viernes, 26 de abril de 2019

EL PUNTO DE PARTIDA ES LA CRIANZA, SIN VIOLENCIA

Lei estas reflexiones de Berna Iskandar y no puedo estar mas de acuerdo.
"Mientras más aprendo sobre crianza conectada, educación democrática, amorosa, respetuosa de los derechos de los niños, más me convenzo de que es la vía posible hacia un mundo más amable, más sensato, menos violento. Cada vez noto con mayor claridad la importancia capital de amar y cuidar a los niños tal y como esperan y necesitan, si realmente queremos lograr que emerjan sociedades dignas, compasivas y altruistas. ¿Y cómo podría ser si no?. ¿Cómo sería posible que un niño pegado durante sus primeros años al cuerpo, al pecho de la madre, un niño escuchado, mirado, abrazado, sostenido, atendido, amparado, sentido y comprendido, satisfecho plena y constantemente en sus pedidos de auxilio vital de necesidades legítimas, incuestionables, en lugar de ser hostilizado, golpeado, desestimado, desoído, ignorado, forzado a hacer aquello para lo que aún no está listo, obligado a ser quien no es, quebrado en su voluntad para complacernos, se convierta en un delincuente, un corrupto, un terrorista, un adicto, un enfermo mental... llegada la adolescencia o la adultez? Es muy improbable crear una sociedad trastornada por la violencia, la depresión, las adicciones, la victimización, la corrupción, la delincuencia, incluso la devastación ambiental, cuando prodigamos amor y respeto a los niños y niñas, cuando criamos con conexión y apego seguro… ¿De qué sirve la "productividad", lo "rentable" como signo de éxito, en un mundo lleno de violencia, desgarrado de adicciones, destrucción, abuso de poder, depredación?. Me parece que por allí debe comenzar el planteo, cuando cuestionamos la "falta de valores". ¿Queremos un mundo menos violento? Preguntémonos entonces ¿qué estamos priorizando en la escala del diario vivir?, ¿qué importancia estamos dando a la crianza de calidad, al compromiso emocional, el vínculo y la conexión abundante en tiempo y calidad con nuestros hijos?... El punto de partida es la crianza, sin duda.
Para mí, está muy claro: el lugar y la práctica desde dónde todo se inicia y luego se derrama hacia la sociedad, la comunidad, el país, el mundo... es el hogar y la crianza. ¿Queremos un mundo que necesite menos cárceles y hospitales, un mundo donde el ser humano y la naturaleza convivan respetuosamente, un mundo más amable, regulado por relaciones empáticas, compasivas, cooperativas?, entonces, individuos, empresas, gobiernos, sociedad, comunidades, familias, debemos cerrar filas para proteger y favorecer la crianza en cultura de paz"

Berna Iskandar
@conocemimundo

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