lunes, 26 de agosto de 2019

Misterios y secretos ¿Cuándo hay que revelarlos?

22 DE JUNIO DE 2018 ·

Fuente:Psicólogas Sonia Chacón y Ma Teresa Machado de Fundación Habla.

Junio 2018

Serie #TalleresHabla Secretos buenos / Secretos malos

Habla con tus hijos antes que otros lo hagan. Explícale que los secretos son información o conocimiento que se reserva, es decir, se guarda de que otros los puedan saber. Los secretos crean un ambiente misterioso alrededor de las personas, pero pueden tener consecuencias positivas o negativas dependiendo de cómo se sienta quien los guarda. Precisamente esa es la clave para saber diferenciar los secretos buenos de los secretos malos, enseña a tu hijo /a a identificar las emociones que siente al guardar un secreto. A continuación algunas indicaciones para diferenciarlos:

Los secretos buenos se llaman así porque generan en el niño o niña quien los guarda una sensación de felicidad y emoción. Por ejemplo, cuando alguien sabe que le harán una fiesta sorpresa a otra persona y no debe revelarle el secreto, la persona será sorprendida gracias al secreto y todos pasarán un buen momento.Por su parte los secretos malos o perjudiciales, generan en el niño o niña quien los guarda un estado de ánimo desagradable, con sentimientos como miedo, tristeza, culpa y preocupación. Por ejemplo, cuando alguien le hace daño a otra persona y después le exige no decir -no ser sapo o malo-, quien guarda el secreto puede sentir temor y/o culpa de lo sucedido cada vez que alguien más pueda enterarse del secreto.Los secretos buenos generalmente duran poco tiempo y se guardan con intención de revelarse pronto. En cambio, los secretos malos se guardan con intención de que nadie se entere de ellos jamás, aíslan al niño o niña, le hacen desconfiar de los demás, sentir temor de que el secreto pudiera revelarse, vergüenza y tristeza por sentirse atrapad@ en una situación que no había previsto.

Lo fundamental de que tus hijos sepan diferenciar ambos tipos de secreto es que los secretos malos siempre deben ser revelados, porque de lo contrario ocasionan daños o perjuicio a quien los guarda y a quienes no conocen la información.

Es importante asegurar a tu hijo que revelar un secreto malo no daña a la familia o a los seres queridos, mantenerlo oculto sí.

Cuando en la familia y la sociedad se enseña que los problemas deben mantenerse ocultos o a mentir, predisponen a los niños, niñas y personas vulnerables a ser víctimas de quienes ejercen el abuso y promueven los secretos malos. Los problemas NO deberían ser secretos, tampoco deberían serlo las caricias, tocamientos ni los regalos que se puedan recibir de otras personas. En la medida que estas situaciones se enseñen y comuniquen desde el temor y la amenaza - Por ejemplo: ¡No hagas eso! ¡Es malo! ¡Más te vale que no aceptes nada de extraños! ¡No te puedes dejar tocar por ahí!-, se cultiva en los niños y niñas la vulnerabilidad a desconfiar de sus cuidadores y a no hablar sobre esas situaciones que podrían sucederles1.

Enséñales la diferencia entre secretos y confidencialidad, esto es aquellas cosas o ideas que compartimos en familia y que revelarlas a otras personas puede tener un efecto indeseado. Por ejemplo, decir que alguien está gordo, es una opinión que no merece ser replicada para el sufrimiento del otro. Son cosas que no implican la seguridad de las personas o problemas que requieran la intervención de un adulto protector. En todo caso, si desean mantener un asunto familiar en privado, enséñale cómo hablarlo y con quién puede comentarlo

A partir de los 5 años es posible enseñar a niños y niñas que si alguien les pide guardar un secreto, deben reportarlo con algún miembro de su familia,a la persona que esté encargada de su cuidado y con quien se sientan en confianza para comunicar sus sentimientos. 2

En la medida en que tus hijos crecen, se les puede enseñar con mayor facilidad la diferencia entre los secretos buenos y secretos malos, también es importante que aprendan a negarse cuando les piden callar sobre algo con lo que no están de acuerdo. Los niños sumisos y obedientes son niños vulnerables a la manipulación y abuso por parte de personas mayores.

La prevención del abuso sexual infantil comienza por casa. El principal factor protector es la comunicación efectiva con tu hij@ y la formación de una autoestima sólida, donde los niños no duden en compartir sus emociones e ideas con los adultos responsables de su cuidado, así como saber que sus decisiones serán escuchadas, lo cual les fortalecerá la capacidad de decir “No” y pedir ayuda ante cualquier situación de riesgo.

#QueNoPaseMás #LaPrevenciónEsLaMejorSolución

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