martes, 16 de abril de 2019

Educar sin Violencia ¿es posible?

Siempre he partidO desde la premisa que ser padres es un titulo que se gana primero y se estudia luego, lOs niños no vienen con manuales ni nada parecido. Por tanto la educación de las niñas y los niños no siempre es ni sera una tarea sencilla. Muchas madres y padres emplean estrategias de crianza basada en sus propias experiencias como hijos, es decir, repiten el modelo de crianza que sus padres usaron con ellos. En otros casos, algunos padres hacen modificaciones al estilo de crianza con el cual los criaron, considerando que sus experiencias no fueron del todo dignas de copiar.

Los estilos de crianza son todos aquellos actos que realiza cada mamá y papá al instruir, educar y dirigir a sus hijos/as de manera cotidiana (Pedroza, Mendoza y Martínez, 2013, p. 3). Mamá y papá son quienes trasmiten con estos actos conocimientos, valores, actitudes, roles y hábitos que dirigen el comportamiento de sus hij@s.


Vega (2006) describe cuatro estilos de crianza:
Estilo democrático.- Mamás y papás que tratan de dirigir las actividades de sus hijos/as en forma racional considerando su edad características individuales y circunstancias particulares. Madres y padres que aceptan y alientan la autonomía de sus hijas e hijos. Tiene una comunicación asertiva-afectiva con ell@s, limites y normas claras. Cuando aplican consecuencias estas son razonables y ejerce un control firme. Aplica una disciplina positiva, ya que le explica el propósito de las reglas y está abierto a las argumentaciones sobre las mismas. Sus hij@s son los que tienen el mejor ajuste, con más confianza personal, autocontrol y son socialmente competentes. Tienen un mejor rendimiento escolar y elevada autoestima.
Estilo indiferente.- padres que no imponen límites y tampoco proporcionan afecto. Se concentran en las tensiones de su propia vida y no les queda tiempo para sus hij@s. Si además mamá o papá son hostiles entonces l@s niñ@s tienden a mostrar muchos impulsos destructivos y conducta delictivas.
Estilo autoritario.- Los padres autoritarios siempre tratan de estar en control y ejercer control sobre los niños. Estos padres fijan reglas estrictas para tratar de mantener el orden, y normalmente lo hacen sin demostrar mucho afecto o cariño al niño. Tratan de establecer normas de conducta estrictas y generalmente son muy críticos de los niños por que no satisfacen los criterios. Los padres autoritarios no explican por qué quieren que sus hijos hagan las cosas. Si un niño pregunta sobre alguna regla u orden, quizás el padre le conteste, "Porque yo lo digo". Los padres tienden a concentrarse en el comportamiento negativo, en vez del positivo, y castigan o regañan a los niños, muchas veces severamente, por que éstos no siguen las reglas.
Los hijos de padres autoritarios generalmente no aprenden a pensar por sí mismos ni entienden por qué sus papás exigen cierto comportamiento. La desviación de la norma tiene como consecuencia castigos severos, a menudo físicos. Ejercen una disciplina basada en la afirmación del poder. Sus exigencias con frecuencia son inadecuadas y los castigos son severos o poco razonables. La comunicación es pobre, las reglas son inflexibles, la independencia escasa. Por ello la niña o el niño tiende a ser retraído, temeroso, irritable y con poca interacción social.
Estilo permisivo.- Los padres permisivos ceden la mayoría del control a los hijos. Fijan muy pocas reglas, si es que fijan algunas, y las que sí fijan generalmente no se hacen cumplir de manera uniforme. No quieren estar atados a una rutina. Quieren que sus hijos se sientan libres. No establecen límites ni tienen expectativas claras de comportamiento para sus hijos, y tienden a aceptarlos de manera cálida y cariñosa, no importa la conducta de los niños.
Los padres permisivos dan a los niños tantas opciones posibles, aún cuando el niño no sea capaz de tomar una buena decisión. Tienden a aceptar el comportamiento del niño, sea bueno o malo, y no hacen ningún comentario sobre si le beneficia o no. Quizás se sienten incapaces de cambiar el mal comportamiento, u optan por no involucrarse.
La violencia, no solo se manifiesta de forma física, como una nalgada, golpes, correazos o bofetada, también se presenta de forma emocional, cuando empleamos palabras hirientes al hacer sentir a los niños/as poco capaces o bien con poca valía, al humillarlos, desatenderlos, ignorarlos o no cubrir sus necesidades básicas.
siempre que veo los anuncios de protección a los animales o las campañas contra el maltrato a la mujer me pregunto ¿por qué a los animales, a los adultos en general o a las mujeres no se les puede pegar, y a los niños si?. Resulta irónico lo siguiente:
maltratar a los animales es crueldad
maltratar a un adulto es agresión.
Pegarle o maltratar a una mujer es una agresión agravada.
Pegarle a un detenido es tortura.
Pero maltratar de cualquier forma en el hogar a los niños es “educación” es "disciplinar"
de esa forma se justifican muchos actos de violencia a las niñas y los niños poniendo de explicación que se les pega para que aprendan, para que entiendan y obedezcan, pero yo me pregunto, si los golpes educan ¿por que a los adultos no les pegan para que entiendan algo o para que hagan lo que se les manda? Por ejemplo, que el jefe le abofetee cada vez que un trabajo le salga mal o cuando no lo haga o bien. yo siempre he pensado que Si los golpes educaran, disciplinaran o enseñaran lo que se quiere hacer entender, los niños más golpeados, maltratados y humillados serían los más educados; sin embargo los estudios indican lo contrario, los niños maltratados físicamente y/o emocionalmente son los que presentan mayor número de conductas de agresión, rebeldía, mal comportamiento en general y bajo rendimiento escolar.

1 comentario:

  1. https://yaldahpublishing.com/15-mejores-lugares-para-vivir-en-virginia/
    sin embargo los estudios indican lo contrario, los niños maltratados físicamente y/o emocionalmente son los que presentan mayor número de conductas de agresión, rebeldía, mal comportamiento en general y bajo rendimiento escolar.

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