miércoles, 14 de noviembre de 2018

¿Por qué los padres utilizan el castigo físico? Aunque no es efectivo como método de disciplina

Aunque esta comprobado que no es un método efectivo de disciplina cuando se desea que los niños internalicen las normas que se quieren enseñar y que ademas pueda reproducirlas por si mismo, el castigo físico continua utilizándose como método de disciplina en muchas familias, mas de las que me gustaría realmente. Nohemi Rivas
Foto: de @NoViolenciaInfantil
Según las investigaciones de Gershoff quien ha publicado acerca de los efectos del castigo físico en la salud para los niños a corto y largo plazo en una de sus investigaciones publicadas en el año 2016 en el Journal of Family Psychology12 con Andrew Grogan-Kaylor, de la Universidad de Michigan, un metanálisis más grande: incluyó a 169,927 niños de 75 estudios diferentes. Los científicos fueron aún más estrictos con la definición del castigo físico y se concentraron principalmente en los golpes de mano abierta (como las nalgadas). Sus hallazgos demostraron que los datos provenientes de los estudios sobre los efectos del castigo físico eran altamente consistentes. Los efectos fueron:

Baja internalización moral.
Agresión.
Conducta antisocial.
Externalización de problemas conductuales(comportamientos problemáticos que se dirigen hacia el entorno externo. Incluyen, la desobediencia a las reglas, el engaño, el robo y la destrucción de la propiedad.).
Internalización de problemas conductuales (conductas negativas que se enfocan hacia adentro. Incluyen temor, retraimiento social y quejas somáticas.)
Problemas de salud mental.
Relaciones conflictivas entre padres e hijos.
Deterioro de la capacidad cognitiva.
Baja autoestima.
Riesgo de sufrir abuso físico por parte de los padres.
Mantener una actitud positiva sobre el castigo físico durante su adultez.
Así también se encontró que los niños que recibieron castigo físico durante la infancia eran más propensos durante su vida adulta a desarrollar:

Conducta antisocial en la adultez.
Problemas mentales.
Actitud positiva ante el uso del castigo físico durante la infancia.
algunos investigadores han señalado que los efectos nocivos en la salud de los infantes puede deberse al incremento del cortisol (hormona del estrés), lo que podría provocar un desajuste a nivel neurobiológico.

Otras investigaciones también se han preocupado por estudiar las repercusiones que puede tener el castigo físico sobre la relación entre padres e hijos. Según ellas, los niños podrían evitar a sus padres porque los ven como una fuente de dolor, infligido por el castigo físico. Esto es muy entendible, cualquier niño mentirá o evitará buscar ayuda de sus padres cuando cometa un error o esté involucrado en algún tipo de problemas, por miedo a que sus padres le peguen, afectando así el desarrollo de la confianza entre los niños y sus padres.

Ahora bien ¿Por qué los padres utilizan el castigo físico? aun cuando hay evidencia de que el mismo no tiene los resultados esperados a largo plazo, en el entendido universal de que Los padres hacen siempre lo que creen que es mejor para sus hijos y, lamentablemente, el castigo físico forma parte de las creencias más arraigadas sobre lo que las familias consideran una buena educación y disciplina infantil. El castigo físico es tan importante para muchas familias que son capaces de presionar y cuestionar los métodos de crianza de los padres que no están de acuerdo con su uso, además de tratarlos como padres irresponsables por no utilizar dicho método. incluso en cuanto a la crianza respetuosa se han pronunciado mucho los pro metidos de crianza violenta, en cuanto según ellos no existen los limites y se deja hacer y deshacer a os niños, obviamente es una afirmación falsa

En el año 2008, Elizabeth Gershoff preparó un informe para el gobierno del estado de Arizona, en Estados Unidos15, y en el mismo reportó que los padres son más propensos a usar el castigo físico cuando:

Fueron castigados físicamente en la niñez.
Están fuertemente a favor de la efectividad del castigo físico.
Sienten frustración por la conducta de su hijo.
Provienen de contextos culturales y/o religiosos que promueven el castigo físico.
Experimentan altos niveles de estrés, problemas de salud física o mental y su bienestar emocional está afectado.
Son menores de 30 años de edad.
Tienen niños menores de 2 años y medio de edad.
Sus hijos se han comportado agresivamente con otros niños.
Kazdin explica que el castigo físico funciona por un breve periodo de tiempo, deteniendo la conducta indeseada (lo mismo sucede si te pegan cada vez que quieras comerte unas galletas) y a su vez condiciona a los padres a repetir el mismo método, porque crea la ilusión de que realmente funciona pegarles a los hijos y que es necesario castigar con golpes, chancletazos, empujones, correazos, para enseñarles a los niños cómo comportarse. Pero lo que los padres no perciben es que la conducta indeseada volverá con la misma intensidad que antes. La explicación de Kazdin enfatiza el sesgo cognitivo, que no solo le sucede a los padres sino a cualquiera que utilice su propia experiencia como argumento validante para cualquier método de disciplina que use.
Por lo tanto los psicólogos, psiquiatras, pediatras y profesionales de la salud tenemos una responsabilidad aquí, ya que en general no hemos sabido explicar a la población general porqué no se les debe pegar a los niños. Los argumentos que se utilizan a diario en los medios de comunicación y en las entrevistas con los padres son de opinión y no se fundamentan en la evidencia, lo cual erosiona el mensaje que debemos transmitir, un mensaje unificado, concreto y basado en la evidencia.

Los resultados son contundentes, pero a pesar de ello todavía escuchamos cómo muchos adultos niegan las repercusiones del castigo físico con el argumento de que a ellos les pegaron (algunos hasta se enorgullecen de esto) cuando eran niños y que no les pasó nada. Murray Strauss, uno de los primeros investigadores sobre el uso del castigo físico, explica que es muy difícil observar por nuestra propia experiencia el efecto devastador que tiene el cigarrillo en nuestra salud. Nuestra experiencia puede hacernos creer que el cigarrillo nos hace bien, porque es una fuente de placer y relajación. Pero a la larga nos destroza los pulmones y nos envejece más rápido. De la misma manera funciona el castigo físico. A través de nuestros ojos parece que funciona y que corrige a los niños, pero a la larga no mejora la conducta (qué es el objetivo principal de quien lo utiliza) y, no solo eso, sino que además daña la salud de los niños.

Fuente: https://www.psyciencia.com/el-efecto-de-las-nalgadas-y-correazos-en-la-salud-de-los-ninos/

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