Hoy en la mañana revisaba las redes y sentí gran jubilo en mi corazón, porque observaba que los grandes corazones aun existen, que (como escuche en algún momento por allí) los buenos somos mas, eso me hizo pensar que definitivamente no es una Utopía y si es un sueño por lo menos es uno realizable, porque mientras existan personas luchando, denunciando, ayudando hay esperanzas. Eso es CAMINAR EN FE, tengo FE en que cada día serán mas las personas de buen corazón que se vayan sumando a las causas Nobles, a la lucha por la no discriminación para nuestros pequeños, por una sociedad inclusiva donde las personas no hagan diferencias ante ninguna condición que crean hacen diferentes a sus hijos de otros, donde los
ADULTOS Responsables de la seguridad y protección de los pequeños no les vulneren ni violen de ninguna manera su integridad física y mental y sus derechos sean respetados como corresponde. porque sino todas esas leyes, tratados, convenciones, acuerdos y demás documentos legales suscritos en cuanta conferencia, reunión y cumbres se han realizado, seria LETRA MUERTA.
Personajes como Juan de Sola en España (Periodista especializado en el periodismo de Derechos Humanos, Solidaridad y Comunicación para el Desarrollo (CpD)),Juan Manuel Peralta (Un ser humano de gran corazón, a quien tuve el inmenso placer de conocer), La fundación Mama Azul Anzoategui en Venezuela @mamaazulanz (Madres azules creando conciencia y educando a la sociedad en pro de los niños con Autismo), como su frase lo dice
Tener Autismo no es el fin del mundola UNICEF en muchos países donde existen niños y niñas en situación de riesgo, y muchas otras almas nobles que cada dia luchan por hacer de su entorno un mejor lugar para nuestros pequeños, hacen que sienta esperanza de ese mundo Donde la Infancia sea feliz, donde los golpes, las violaciones, los insultos, el abandono; sea cosa del pasado.
Si los padres que golpean a sus hijos se imaginaran por lo menos que Los niños que crecen en ambientes familiares felices se convierten en personas más abiertas, interesadas por los estudios, más seguras y con un elevado grado de autoconfianza, y por consiguiente suelen alcanzar el éxito más rápido, otra seria la realidad de muchos.
Una Infancia feliz es posible si contamos con adultos que les demuestren y le enseñen a los niños desde el amor. Es importante que a los niños y niñas les Trasmitan seguridad, tranquilidad, confianza. No fomentar en ellos miedos artificiales, apóyales y ayúdales a entender sus propias emociones. Así fortalecerá su autoestima, su motivación y capacidades.
Hay que dejarles ser niños, No le hagas partícipe antes de tiempo de las preocupaciones de los adultos, esto cada vez es mas observable sobre todo en países donde las crisis económicas como en Venezuela o las guerras como en el medio oriente son el día a día y los niños se ven inmersos en situaciones o responsabilidades de adultos a su corta edad. Claro no se trata de ocultarles los hechos importantes de la vida, pero no debemos olvidar en el proceso que son niños. Enséñale y ayúdale a entender que la enfermedad, el dolor o la muerte existen y forman parte de ella.
Licenciada Norelys Rivas.
En el blog familia y salud, http://www.familiaysalud.es/vivimos-sanos/salud-emocional/emociones-y-familia/educando-nuestros-hijos/decalogo-para-una-infancia encontré este decálogo para una Infancia Feliz, que me gusto mucho y les comparto.
"Disfruta de la crianza de tu hijo"
1. Demuestra siempre a tu hijo lo importante que es para ti. Exprésale tu amor incondicional a cualquier edad con palabras, sonrisas y gestos: besos, abrazos, caricias,...
2. Cuida de su salud y ayúdale a crecer sano. Tú eres su modelo. Enséñale estilos de vida saludables en alimentación, actividad física, sueño, higiene,... y también en cómo vivir sus emociones. Usa el sentido del humor.
3. Dedícale tiempo a diario. Juega y disfruta con él, sin dirigir mucho sus gustos o preferencias. Procura que tenga tiempo libre, a su aire. Y disfrutad juntos de la naturaleza.
4. No hace falta acumular cosas materiales. El tiempo que le dediques, la educación y los valores que le trasmitas serán tu mejor herencia.
5. Educa con cariño. Elogia lo que hace bien y también los esfuerzos por intentarlo. Ponle normas que pueda y deba cumplir: pocas, claras y adaptadas a cada edad. Enséñale lo que está mal, sin violencia, castigo ni humillación.
6. Estimula y apoya su aprendizaje. Fomenta su autonomía desde pequeño para las actividades cotidianas, como vestirse, lavarse o comer. No le des todo hecho. Es bueno que poco a poco vaya teniendo sus responsabilidades.
7. Escucha y dialoga con tu hijo desde pequeño. Muestra interés por su mundo, adáptate a los cambios normales de cada edad y acéptalo y valóralo como es: único y diferente a los demás.
8. Trasmítele seguridad, tranquilidad, confianza. No fomentes miedos artificiales, apóyale y ayúdale a entender sus propias emociones. Así fortalecerá su autoestima, su motivación y capacidades.
9. Déjale ser niño. No le hagas partícipe antes de tiempo de las preocupaciones de los adultos. Pero no le ocultes los hechos importantes de la vida. Enséñale y ayúdale a entender que la enfermedad, el dolor o la muerte existen y forman parte de ella.
10. Favorece las relaciones con la familia y los amigos. Lo acompañarán a lo largo de su vida. Ayúdale a ponerse en el lugar de los otros. Aprenderá a convivir y amar.
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