Cuando se Habla de violencia infantil entramos a un tema doloroso y un tanto espinoso y es que a pesar de todos los esfuerzos, leyes y otros dispositivos aplicados aun no se ha logrado minimizar este terrible flagelo. Una escoria aun peor que las pestes y las epidemias que luego de tantos años de civilización sigue aquí, afectando y en muchos casos en forma silente, aferrada y creciente a nuestros niños.
Lo que no se puede negar ni ocultar es que, desde siempre, a los niños e incluso a las mujeres, les ha tocado la peor parte, puesto que el concepto de niñez protegida es realmente muy nuevo, el enarbolamiento de la bandera por los derechos del niño no se inicia sino hasta el año 1959 cuando es Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, específicamente el 20 de noviembre de 1959.
No se puede dejar de notar ni de recordar que la historia nos ha mostrado una niñez atropellada y vejada a la cual se le han ignorado sus derechos, los tipos de maltrato a los que son sometidos son diversos sin embargo existe un maltrato que por ser silente muchas veces pasamos por alto e incurrimos siempre en el, aun sin darnos cuenta “El Maltrato Psicológico” ese que generalmente daña hasta la autoestima del niño más sano y equilibrado, el Desinterés y abandono, forman parte de él.
Hoy día el común denominador en las familias es que tanto el padre como la madre trabajan fuera de casa incluso hasta estudian luego del trabajo o durante los fines de semanas, limitando con esto el tiempo que se les dedica a los niños. Es por ello que se oye mucho la frase: “Antes los padres se ocupaban más de sus hijos” y si nos damos cuenta es una frase que surge constantemente cuando se investiga la violencia infantil. Ciertamente es así, o al menos, parcialmente en algunos casos. Esta puede ser vista en la actualidad como una nueva modalidad de abandono de los niños que no necesariamente tiene que ver con el desinterés o la falta de afecto, sino que esta relacionado con la necesidad de los padres de trabajar fuera del hogar, dejando a los niños solos durante la mayor parte del día, o al cuidado de personas que en el peor de los casos no están calificadas para esta tarea tan delicada. De esta manera los intereses, necesidades, aprendizaje, formación de valores y guía de los niños queda en manos de no se sabe quién.
El estrés causado por las múltiples tareas que los padres deben cumplir día a día en busca de una mejor calidad de vida para su familia es un arma de doble filo, por un lado se traduce en falta de tiempo para la familia que paradójicamente está tratando de proteger buscando mejorar la calidad de vida, esta falta de tiempo está tipificada como negligencia que se expresa en desprotección, descuido y/o abandono. Por otro lado se observa como el poco tiempo que se tiene para dedicarle a los niños se dedica a hacerles reproches, regaños y todo tipo de maltrato psicológico que afectan su autoestima, he aquí El maltrato emocional, que acompaña a todas las otras, pero que puede actuar independientemente de las demás. Un ejemplo de ello, son las amenazas aterrorizantes, las descalificaciones, desvalorizaciones y/o ausencia de expresiones cariñosas. Es allí donde se escuchan frases como: “no sirves para nada”, “eso es todo lo que has hecho”, “sacas malas notas porque eres bruto/bruta”, “no haces nada bien”, ¿por que eres tan idiota?, No sé porque naciste, y una serie de insultos que hacen la vida del niño un eterno estrés.
En algunos casos los niños/niñas tienen que realizar sus tareas, actividades y aprendizaje solos, este también se debe considerar como abandono; voluntario y/o deseado, ya que los padres justifican su ausencia en este proceso, diciendo que sus hijos tienen que hacer su propia experiencia, aprender de sus errores así como ellos lo hicieron, en algún momento y que se les debe otorgar libertad de decisión y no coartar sus libertades, y en cierto modo es verdad siempre que esa libertad no se convierta en abandono total.
No se debe olvidar que El maltrato a los niños/as es un problema social de gran magnitud, con raíces culturales y psicológicas, que puede producirse en familias de cualquier nivel económico y educativo y que además viola derechos fundamentales de los niños/niñas por lo tanto, debe ser detenido, y cuanto antes mejor.
Es probable que un niño o niña no sea maltratado físicamente, pero sí es posible que se ejerzan otras formas como las mencionadas anteriormente y en estos casos entran en juego el control y el chantaje emocional. No olvidemos que es un tipo de coacción más sutil, que afecta al sector más pequeño, y que la carencia de entornos seguros, en todos los sentidos afecta su desarrollo psicosocial, sus relaciones interpersonales y equilibrio emocional.
No permitamos que los niños crezcan pensando que debe resolver sus problemas y puede romper con la cadena de maltrato con más violencia, al contrario permitamos que se dé cuenta de que la violencia no es una forma de resolver conflictos sino de generar más, y que existen otras alternativas para darles solución y que Además las muestras de cariño no son signos de debilidad, como la sociedad machista quiere hacer ver.
El que maltrata generalmente tiene baja tolerancia a la frustración, y encuentran, a través de actitudes violentas como: golpes, gritos, humillación; una forma para resolver problemas. Es necesario permitir que estas formas de resolver conflictos sean sustituidas por actitudes positivas.
Licda: Norelys Rivas
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ResponderEliminardonde puedo colocar una denuncia aquí en maturin? una maestra del preescolar expulso de un aula de clase a un niño de tres años... ¿eso se puede considerar como maltrato psicológico?
ResponderEliminarExiste en cada estado las llamadas defensorias escolares y los consejos de derecho del niño , niña y adolescente.
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