inicio citando a @crianza.respetuosa en Instagram
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Lean bien, "A PESAR de ellos"...
"Nadie es mejor persona por haber recibido una nalgada a tiempo, hoy esos adultos son lo que son porque fue su decisión, construyeron su vida encima de esas heridas pero no quiere decir que son mejores por tenerlas, es una forma de ser resiliente, sin embargo al momento de tener hijos, se asomará ese niño herido y repetirá el mismo patrón siendo algunas veces peor por toda la frustración y rabia que no se pudo superar de forma sana. De igual manera también es su decisión cambiarlo, superarlo y ser el adulto que una vez necesitó cuando era un niño"
como siempre lo digo los golpes, los gritos y cualquier forma de maltrato NO ENSEÑA NADA POSITIVO, si en mayúscula para hacer énfasis en algo que ya esta mas que demostrado... Algunas veces he escuchado a padres decir convencidos de que tienen en sus manos la verdad absoluta la frase "lo hago por su bien" al referirse a algún episodio donde han golpeado o maltratado a sus hijos de alguna manera, usando "métodos de disciplina Violentos" y piensan realmente que es la mejor forma de hacerlo y que no afectan de ninguna manera a los niños, pero en realidad los daños existen y algunas veces son profundos. Algunos de los aspectos más afectados son la Autoestima y la salud emocional.
y según @psico_kids en Instagram
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Las vivencias de dolor y miedo en la primera infancia se experimentan intensamente y nuestra psique, más tarde en la vida, se encarga de protegernos de ellas velándolas, encubriéndolas. Esas experiencias ya no se perciben tan intensas, pero siguen estando allí, debajo de la alfombra.
Cuando hablamos de golpes y gritos en NUESTRA infancia y sobretodo viniendo de las figuras significativas que representan nuestros padres, lo primero que los surge de nuestra mente (como medida de protección) son comentarios como: “nadie se ha muerto por una nalgada”, “yo me lo merecía” “yo soy mejor gracias a que me corrigieron con la correa”. Todo esto son explicaciones que se da el adulto en función de su experiencia, mirando aquel elefante que sigue debajo de la alfombra, que percibe distorsionado pero que no puede evitar mirar.
. . ¿Nuestros papás fueron monstruos por corregirnos mediante golpes / lo soy yo?
NO, ellos hicieron lo mejor que pudieron con las herramientas que poseían para el momento y la mejor forma de honrar su intento es tomar la experiencia y hacerlo diferente, es crecer.
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Si no contactamos con lo que está debajo de la alfombra, es probable que repitamos el patrón y busquemos justificaciones en la biblia, en la ciencia o en el vecino que nos dice que a los niños se les corrige con la clancleta.
Por eso hoy y todos los días: repítanse “yo no soy quien soy por los golpes que recibí... lo soy A PESAR de ellos”.
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