De: @psicoinfantil en Instagram
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1. Detecta tus disparadores: Son esas situaciones que te hacen perder el control. A veces gritamos porque nos sentimos abrumados, agotados, estresados o porque no queremos que la situación se nos vaya de las manos. La clave radica en ser conscientes de su existencia y detenernos antes de llegar al punto de no retorno. Para detectar tus disparadores, reflexiona sobre los puntos comunes de las situaciones en las que gritas.
2. Evita esos disparadores: Una vez que sepas qué te enfada y te hace gritar, solo tendrás que evitar esas situaciones. Por ejemplo, si te estresa el desorden, establece reglas en casa para que el hogar se mantenga lo más organizado posible. Se trata de elaborar un plan para gestionar las situaciones que te estresan.
3. Aprende a mantener la calma: Todos los padres saben, por experiencia propia, que no siempre es posible controlar aquellas situaciones que nos generan estrés o nos agobian. Pero debemos aprender a mantener la calma cuando las cosas se salen de control. Cada persona debe encontrar su rutina calmante. A algunos les basta con contar hasta 10, otros respiran profundo y otros prefieren abandonar la habitación por unos instantes, lavarse la cara y respirar. Lo importante es que halles la estrategia que te ayude a calmarte y enseñes a tus hijos a buscar sus propias herramientas de autocontrol.
4. ¡Todos a una!: Para erradicar los gritos del hogar es necesario que todos se esfuercen por relacionarse de una manera más asertiva. Eso implica que ambos padres deben comenzar dando el ejemplo, para luego transmitirlo a los hijos. Si en el hogar no existe una coherencia educativa, será difícil eliminar los gritos porque uno de los padres los valida como medio de comunicación.
5. No prestar atención a los gritos: Si todos han llegado al acuerdo de que en casa no se grita, el próximo paso es hacer oídos sordos a las voces fuera de tono. En muchos casos, los niños pueden adoptar los gritos como una estrategia para llamar la atención,por lo que es conveniente que no reciba atención termina extinguiéndose. Puedes decirle: “Veo que estás gritando. Así no logro entenderte. Cuando te calmes podremos hablar".
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