Vivimos en una sociedad ajetreada, convulsionada, con un sin fin de oportunidades, fortalezas y debilidades, sobre todo para nuestros jóvenes y adolescentes. La adolescencia es el periodo de la vida posterior a la niñez y anterior a la adultez. Transcurre desde que aparecen los primeros indicios de la pubertad, entre los 10 y 12 años, hasta el desarrollo completo del cuerpo y el comienzo de la edad adulta, entre los 19 y 20 años aproximadamente, A lo largo de estos años, los jóvenes experimentan una serie de cambios a nivel físico y biológico, psicológico, social y sexual. Así pues podemos afirmar que La adolescencia es principalmente una época de cambios. Es la etapa que marca el proceso de transformación del niño en adulto, un período de transición que tiene características peculiares. Se llama adolescencia, porque sus protagonistas son jóvenes que aún no son adultos pero que ya no son niños. Es una etapa de descubrimiento de la propia identidad (psicológica, identidad sexual) así como la de autonomía individual.
En el aspecto emocional, la llegada de la adolescencia significa el nacimiento de la capacidad afectiva para sentir y desarrollar emociones que se identifican o tiene relación con el amor. El adolescente puede hacer uso de su autonomía y comenzar a elegir a sus amigos y a las personas que va a querer. Al llegar a esta etapa puede hacer uso de cierta capacidad de elección para poner en marcha uno de los mecanismos más significativos de la misma. Llevando implícita la capacidad para discriminar sus afectos: querer de diferente manera a cada persona que le rodea. Esto debido a la llegada del pensamiento abstracto que le permite desarrollar su capacidad para relativizar. La discriminación de afectos, a través del establecimiento de diferencias en el tipo y la profundidad de sentimientos, el adolescente está en un camino medio entre la edad adulta y la infancia, en lo que hace referencia a la vivencia de sus emociones, estando presente una mezcla singular de sus comportamientos. Todavía tiene una forma de manifestar sus deseos mediante una emotividad exacerbada o con la espontaneidad propia de la infancia, pero ya empieza a actuar de una manera sutil de la infancia en las interacciones, con una cierta represión relativa de sus emociones, tal como hace el adulto.
lo cierto es que durante la adolescencia cuando comienzan a experimentar cambios también aparecen los problemas de la adolescencia y son temas que traen de cabeza a los padres, educadores y las personas que con el conviven a diario y que se encuentran en su contexto más próximo.
Es muy probable que la adolescencia sea la etapa de la vida más turbulenta que puede vivir el ser humano por la cantidad de cosas que desean experimentar y, los cambios que le toca vivir, en ocasiones, sin asumir los riesgos que pueden conllevar. Además, comienzan a surgir los primeros conflictos cuando el adolescente debe tomar decisiones por sí mismo, lo cual recrudece si ademas le toca vivir en un entorno violento.
Lo cierto es que ademas de los cambios relativos a la adolescencia también están expuestos a riesgos sociales, La noción de riesgo se relaciona con la inminencia, la contigüidad o la cercanía de un daño potencial. El término, por lo tanto, está vinculado a la posibilidad de que se concrete un daño. ... Esto quiere decir que el riesgo social depende de las condiciones del entorno que rodea al individuo.
Estos riesgos sociales se pueden prevenir cuando hay conocimiento de su existencia, para ello se puede tomar en cuenta la Prevención Primaria: intentando evitar la aparición del problema y la situación causante del riesgo y Prevención Secundaria: reconociendo individuos o grupos sociales de alto riesgo, y trabajando para evitar la consolidación de las problemáticas que presentan.
sin embargo algunos problemas sociales que afectan a nuestra juventud se le escapan de las manos a quienes están llamados a prevenir.Las relaciones familiares afectivas y la comunicación asertiva dentro de ella sumada a una crianza respetuosa es parte de esa prevención primaria. las relaciones familiares afectivas fortalecen la autoestima de los adolescente lo que les ayuda a mantenerse alejados a los problemas sociales que pueden afectar a los jóvenes en esta etapa. por tanto la Autoestima positiva en el adolescente juega un papel muy importante en la prevención de estos factores de riesgo para ellos. la autoestima Es la valoración que tienen de si mismo. Puede ser positiva o negativa. Se forma con los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que has ido teniendo sobre tu imagen durante toda tu vida.
En contraparte la autoestima negativa o baja autoestima se define como la dificultad que tiene la persona para sentirse valiosa en lo profundo de sí misma, y por tanto digna de ser amada por los demás. Las personas con autoestima baja buscan, a veces sin ser muy conscientes de ello, la aprobación y el reconocimiento de los demás y suelen tener dificultad para ser ellas mismas y poder expresar con libertad aquello que piensan, sienten y necesitan en sus relaciones interpersonales, así como para poder decir “no” al otro sin sentirse mal por ello. esta baja autoestima puede ser un terreno fertil para los problemas sociales, emocionales y del comportamiento que afectan a los adolescentes: trastornos del ánimo, de conducta alimenticias: anorexia y bulimia, crisis de la adolescencia (aislamiento, agresividad, rebeldía, ansiedad conflictiva en relación a la identidad y la orientación sexual) y los trastornos por sustancias como el alcohol y/o las drogas
Algunos problemas más graves entre los adolescentes
Consumo de alcohol. Lo hace, habitualmente, más del 60% de los jóvenes de 14 a 20 años. ...
Iniciación en las drogas. ...
Embarazos en adolescentes. ...
Acoso escolar o 'bullying' por parte de sus compañeros. ...
Malos tratos. ...
Problemas derivados del mal uso de Internet. (cyberbullying)
Sectas y socioadicciones.
actitud temeraria
Depresión y trastornos emocionales.
La comunicación es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida, expresar nuestras emociones nuestras ideas o solucionar problemas. La comunicación con adolescentes es una ardua tarea para los padres, los cuales se ven mermados por el silencio de sus hijos o sus constantes provocaciones. Cuando hablemos con ellos, no todo lo que escucharemos, será de nuestro agrado pero es imperativo escucharlos. Es necesario tener una actitud emocional abierta. Recuerda que una buena comunicación padre-hijo permitirá al adolescente tomar decisiones apropiadas y ante la equivocación, tendrá la oportunidad de responsabilizarse de las implicaciones de una decisión inadecuada. LA COMUNICACION ASERTIVA es vital en la familia sobre todo cuando se trata de ayudar a los adolescentes o de prevenir situaciones poco agradables. En el estilo asertivo: Las personas que dicen lo que piensan y sienten, se muestran seguras pero no agreden a nadie. Respetan las opiniones de los demás.
es necesario evitar: generalizar “Tú siempre…”, “Tú nunca…”, El reproche al hijo por conducta o comportamiento, acciones Como por ejemplo: ” Nunca me ayudas”, “No pones atención cuando te explico algo”
El uso de la critica y el calificar negativamente como gran aliada: “Eres un desagradecido” , ” No sabes hacer nada”, “Eres un inconsciente”.
Gritar como arma: con la que sentirse superior sobre su hijo, sin darse cuenta que son el modelo que los hijos tiene para crecer, es necesario evitar la educación Violenta.
Maltratar: Culpar, insultar, avergonzar, reprochar en casa o en la calle sin importa en dónde o con quién está el adolescente.
Pensar en otra cosa mientras nuestro hijo nos habla: Cuando nuestros hijos nos cuentan sus problemas y nosotros solo estamos pensando en nuestras preocupaciones y en cualquier cosa menos en las preocupaciones o los sucesos del día de nuestro hijo.
La comunicación asertiva se basa en una actitud personal positiva a la hora de relacionarse con los demás y consiste en expresar opiniones y valoraciones evitando descalificaciones, reproches y enfrentamientos. Es la vía adecuada para interactuar con nuestros jóvenes y adolescentes.
si queremos Prevenir problemas en los adolescentes la educación no violenta, respetuosa y la comunicación asertiva son buenas armas para ello
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