domingo, 8 de julio de 2018

Hablar de sexo con los niños; por Óscar Misle



¿Mamá por qué mi papá tiene pipí y tú no? ¿Se lo cortaron cuando nació? ¿Por dónde nacen los bebés?¿Quién lo metió allí?”
Son solo algunas de las preguntas que hacen nuestros niños y niñas sobre sexualidad y sus diversas formas de expresarse.

Desde que son bebés necesitan explorar su cuerpo, quieren saber qué se siente, sienten curiosidad por todo. Descubren que ciertas partes sensibles de su cuerpo tienen sensaciones placenteras.

Con mucha atención ven películas, novelas, páginas de internet en las que se presentan escenas relacionadas con la expresión y relación sexual. Lo conversan con sus hermanitos, primos, compañeros de clases, vecinos y se le plantean interrogantes que si no son respondidas pueden generar confusiones.

¿Qué podemos hacer?

Tener claro qué es:

Sexualidad: No es solo genitalidad, Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la sexualidad es “Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los papeles del género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se evidencia y se expresa a través del pensamiento, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales La sexualidad se hace presente desde el momento de la concepción.

Género. Para la OMS, el género hace referencia a “los roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad considera como apropiados para hombres y mujeres. El género que es la forma de como identificarse con ser hombre o mujer

Identidad sexual. Es la percepción que una persona tiene sobre sí misma en cuanto a sentirse identificado con los genitales de un hombre o con los genitales de una mujer.

. Responder de forma breve y directa. Cuando necesiten más información seguramente nos lo harán saber. Debemos intentar no manejar de forma diferente las preguntas que se relacionan con la sexualidad a las que hacen sobre otros asuntos de su interés.

. Llamar las cosas por su nombre. A la oreja la llamamos oreja, a la nariz la llamamos nariz, sin embargo a los genitales le ponemos sobrenombres “Totona, curcharita, pipi, paloma…” Es importante darle nombre: vulva, vagina, pene, testículos.

– Repreguntar. Cuando nos hace una pregunta como por ejemplo “¿Por dónde sale el bebé de la barriga?”, seguramente tiene una hipótesis, por algo que escuchó, vio o se imagina. Cuando le repreguntamos: “¿Por dónde te parece que sale?” Puede ser que nos sorprenda su respuesta. Recordemos que nuestros niños saben más de lo que imaginamos, solo que ellos no saben que saben y nosotros no sabemos que ellos saben.

– Solicitar apoyo. Si nos angustia cómo abordar el tema podemos consultar a un amigo o familiar que tenga conocimiento y serenidad para abordar este tipo de preguntas y ofrecer las respuestas más adecuadas.

– Consultar por internet u otra fuente, con algún profesional o adquirir material informativo que pueda aclarar nuestras dudas. Existen videos, cuentos, láminas que pueden ser muy ilustrativas, especialmente las que utilizan un lenguaje sencillo, directo, gráfico., pueden ser un recurso útil para orientar y formar.

– Mantener la calma. No actuar impulsivamente, regañándolos o haciéndolos sentir culpables y con vergüenza si los descubrimos leyendo, viendo páginas o escenas vinculadas con sexo o nos sorprenden cuando estamos teniendo relaciones sexuales, cuando ven pornografía.

– Aprovechar la oportunidad. Dependiendo de la edad, podemos preguntar para identificar qué saben o qué quieren saber o piensan de lo que vieron o escucharon. Podemos expresarles que la relación sexual se debe realizar cuando nuestro cuerpo crece y estemos preparados, que es un momento íntimo con la pareja. En las relaciones es bonito que esté presente el amor, la ternura, la comunicación y el respeto.

– No mentir. Buscarán otras fuentes y sentirán que los engañamos. Hay que evitar que se sientan mal porque tienen curiosidad sobre las diversas formas de expresarnos sexualmente.

– Revisar cómo vivimos y nos sentimos con nuestra sexualidad. Si sentimos que hay problemas es necesario buscar apoyo para no transmitirles nuestros miedos y frustraciones.

Se suele pensar que es mejor no tocar el tema para evitar que se le despierte la curiosidad y olvidamos que si no lo hacemos nosotros otros lo harán.

Hasta la próxima resonancia.
por: Óscar Misle Terrero
Fuente: http://www.caraotadigital.net/opinion/hablar-de-sexo-con-los-ninos-por-oscar-misle/

No hay comentarios:

Publicar un comentario